Todo empezó una tarde tomando algo con mi amiga Cristina muy animada me dice: "me voy a apuntar a un curso de tapas". TAPAS¡¡¡¡, pero si Cristina no cocina nunca, todavía vive de la cultura del "tupper", y se va a poner a elaborar tapitas de alta "cousine"......... pues sí, con lo cual si ella se ve capacitada y apetecida del curso tiene que ser una buena idea, no?? .... y un plan diferente para un viernes por la tarde, así que inmediatamente pregunté el precio, 50............. hummmmmmmmmm, dos horas de cursito de tapas y sí, sí, luego cenas, pero aún así 50.........hummmmmmmmmmm, total que me olvidé del cursito sin descartarlo del todo.
Pero hete aquí que como a una le gusta el pinchoteo de toda la vida, o sea, las "mariconaditas" de antaño, la idea de una tarde de tapas ricas cobró fuerza en mi cabeza y se fue instalando a lo suavito, suavito pero con tesón, así que llamé al hotel que organizaba el curso para apuntarme y "noooooooooooooooo", ya no había plazas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Cómo es posible????, y los 50???? pues parece ser que con crisis o sin crisis el curso mola.
La señorita muy amable, me explica que el curso está siendo un éxito total y que les está desbordando hasta tal punto que ya han tenido que organizar otras dos sesiones más y que aún así hay lista de espera.... Tela marinera las tapitas¡¡¡¡¡. Y siendo el colmo de la amabilidad y el buen rollo, la señorita me dice que tal vez se produzca una cancelación y que si quiero me quedo con la plaza. Ante tal solicitud del curso y por esa oscura inclinación que tenemos todos de "adónde va Vicente, donde va la gente", pues le digo que sí, sí, que por favor me avise y me quedo toda contenta y satisfecha ante la remota posibilidad de colarme a un montonazo de gente.
A todo esto, ya había avisado algunos amigos por si querían apuntarse a la lista de espera, porque lo de ir ya, imposible, sólo "lulu sé muá".
Y llega el viernes por la tarde, y cómo no... yo llego tarde...... pero llego, llego. Y me encuentro con esta enorme sala llena de gente, glupppppp.......
Me quedo sorprendida y sobrepasada y avergonzada por entrar cuando está todo el mundo en su sitio y ser de nuevo el "pimpampum" pero hago de tripas "corasao" y coriendo, corriendo me voy a mi puestito de trabajo y me vuelvo a quedar superada ante tal digilencia y profesionalidad.... atención al kit de trabajo que nos tenían preparado
Y es entonces cuando ya me relajo y me digo, genial, este cursito va a ser genial, además en ese instante de reafirmación torera me dice una de las profes "Qué quieres tomar?, un vino?", ohhhhhh, sí, sí, y ya relajación total y a disfrutar del "cursillo tapeteo molón"
Antes de nada abro la carpetita y preparo los papeles de las recetas, porque, a ver... a que os ha quedado del cole y de la uni esa necesidad imperiosa de tomar siempre apuntes aunque no haga falta para nada???. Que sepáis que yo llevaba en el bolso agenda tipo moleskine del vogue y boli "porsi"..........
Empezamos con el super cuchillo fashion, me encantó y quedó libre¡¡¡¡ jo, no lo vi sino hubiera dado el cambiazo, imagínate cortar la siempre denostada cebolla con semejante rojo pasión
Pero ya sabéis que nada mejor que la ignorancia para ser feliz, así que me realicé totalmente con mi cuchillo verde esperanza (que es lo último que se pierde en esta vida, :-) y empezamos a cortar cebolla y aguacate, no sin antes proceder a la colocación de guantes de latex al más puro estilo "House", guantes que agradecí un montón, así me evité impregnar manos, pelo, nariz, etc del olorazo a cebolla (que al final es la cruda realidad del cocinar)
A partir de aquí ya fue un sinvivir de prepara, come, bebe vino, prepara, come, bebe vino, rie y sé feliz¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Mención especial merece el señor Yamamoto instantes antes de proceder al "Harakiri" en la freidora......... qué queréis..., no pude evitarlo, :-)
Y cómo, no la profe, María¡¡¡¡¡, estupenda directora de catering y eventos de "A Mesa Puesta Catering en Asturias" que nos enseñó un montón de trucos y nos hizo muy, pero que muy divertida la sesión. Sólo deciros que cuando se despidió nos arrancamos todos en un aplauso
Impresionantes los langostinos y la tortilla desconstruída
Y hasta aquí la crónica de mi incursión en el apasionante mundo de las tapas... Lo pasé muy bien y el ambiente fue de lo más relajado y agradable, bueno, he de decir que a medida que recargábamos la copa de vino las risitas y la conversación fluía cada vez más alegre, :-), sobre todo cada vez que alguien se desplazaba hasta la mesa de las botellitas... En serio que toda la gente genial.
Y es que pienso repetir, porque parece ser que van a lanzar más cursos, hasta tal punto que como apuntaron unas simpatiquísimas chicas de Gijón, "vamos a ser las cursillistas"....... pues creo que sí, :-)
